viernes, 31 de mayo de 2013

¿Colombiana? ¿Mexicana? ¿Argentina? ¡No! ¡CHINA!

La cumbia, como prácticamente cualquier otro género musical, se apunta sin ningún problema a eso que los modernos llaman la fusión de estilos, algo no podía ser de otra manera siendo la cumbia, como es, un estilo hijo del mestizaje cultural de negros, indios y blancos.

Así, los nuevos instrumentos musicales se fueron incorporando a la misma con total naturalidad, caso la flauta andina, la guitarra eléctrica (véase Agua de lluvia, de Los Pony's) o los sintetizadores, que incluso dieron lugar al subgénero conocido como tecno-cumbia.

Del mismo modo, tampoco es extraño en ella imitar o incluir alguna parte que imite otros estilos más o menos definidos. Algunas canciones tienen aires inconfundibles de castañuelas y pasodobles españoles...




...mientras que otras reproducen sonidos... de la China. Resulta llamativo y curioso buscar sonidos en modelos culturales tan alejados (al menos, hasta "antier") pero aquí van dos ejemplos. El primero, En un solo corazón, es de la cantante veracruzana (México) Xochilt Mejía:


 
En un solo corazón imita simplemente el estilo musical chino, mientras que en el siguiente caso, de nuevo de nuestros conocidos y queridos Ángeles Azules, hay mucho más: la protagonista es una mujer china, alabada - curiosamente - por sus caderas, y con una sensualidad marcada en la canción... además de un final bastante humorístico:

 
Aunque ya en 1983 los Azules habían sacado una cumbia instrumental de tema chinés, dentro de su álbum ¡Ritmo, alegría, sabor!
 
 
 
Incluso de la archifamosa Pamela Chu, ejemplo de doble sentidos un tanto burdos, se hicieron varias versiones cumbiancheras, entre ellas esta de los Chicos del Barrio (también medio reaggeton):

 

Una parodia, quizá algo lamentable, es la que ofrece la Cumbia del japonesito, del Super Grupo Colombia:
 

miércoles, 22 de mayo de 2013

La "cachaca" paraguaya

Hasta ahora sólo habíamos hablado de dos países cumbiamberos, Colombia y México, y alusiones al éxito del género en Argentina. Hoy aparece un nuevo actor: Paraguay, y una nueva palabra, cachaca (a menudo, k-cha-k) que apareciera ya citada en la canción de Cristian Castro, Gallito feliz.

Dice Wikipedia:

«La Cachaca (también conocida como Cumbia nacional, Cumbia paraguaya)es un término utilizado en el Paraguay para definir a un género musical bailable, proveniente de México, y surgido, primero en el ámbito de los inmigrantes colombianos a partir de influencias de la Cumbia.
La Cachaca se caracteriza por la reiteración rítmica, sin variaciones y por los textos generalmente de carácter erótico y vulgar. De difusión masiva en barrios periféricos de la capital y el interior del país.» (Kachaca)

Esta definición, que la propia Wikipedia precisa necesitada de referencias, refleja una cierta concepción sobre las cumbias, bastante extendida en Latinoamérica: su carácter vulgar y/o erótico, lejos de una música para las élites culturales. Aunque siempre es difícil desmontar los tópicos (no sólo complicado, sino muchas veces inútil e, incluso, innecesario) estas dos agrupaciones muestran una música romántica pegadiza, de gran musicalidad... y poética. Faltan los instrumentos más genuinamente tropicales, pero la guitarra eléctrica resulta muy atractiva.

La primera canción, Cartas de amor, es del grupo Los Rollers de Encarnación. El vídeo no puede ser más modesto, unos chicos de barrio. Pero el estribillo se contagia al momento:



La canción trata del imposible olvido (y del empeño por no hacerlo) de un amor que fue... y ya no será:


Atrapado estoy 
por unas cartas de amor 
por fotos de una mujer 
que ya no puedo olvidar 
y no las puedo romper 
porque me hacen soñar 
con el ayer.. 

Atrapado estoy 
por unas cartas de amor 
por fotos de una mujer 
que ya no quiere llamar 
y ya no quiere volver 
solo me queda soñar 
con el ayer.. 

Mientras, Agua de lluvia trata de justo lo contrario: la alegría del amor recién encontrado. Tema de Los Ponys:

Como el agua de lluvia 
cayendo la tarde,
Así llego tu amor
cuando me besaste... 

Agua de lluvia que cayó del cielo,
agua de lluvia que mojó tu cuerpo.
Agua de lluvia ... 
¡Cómo te quiero!




Y aquí actuando en un directo realmente digno. Lástima que los teclados no puedan cambiarse por un acordeón.








miércoles, 15 de mayo de 2013

Los Ángeles de la Cumbia - 1, Los Ángeles Azules

Como hemos visto en otras entradas, la cumbia, que nació en Colombia y Panamá, goza asimismo de gran éxito en los países latinos situados más al extremo de Colombia: al Norte, México, y al Sur, Argentina. Entre las agrupaciones mexicanas, hay dos cuyo nombre puede prestar a confusión: Los Ángeles Azules y Los Ángeles de Charly, grupos que ocuparán un lugar muy importante en este blog.

Aunque en el mundo cumbianchero nos son raros los nombres parecidos (ahí están los mexicanos Super Lamas y los argentinos Los Lamas, o las múltiples Sonoras) la coincidencia en estos grupos no es casual. 

Los Ángeles Azules nacieron allá por el año 1976. Sin embargo, no sería hasta una fecha tan posterior como 1994 (muy poco antes estuvieron a punto de desaparecer) que alcanzaron sus primeros éxitos con los temas del disco Entrega de amor.



Dos años después presentarían como vocalista a Charly Becíes para el disco Cómo te voy a olvidar, que además de la canción homónima, incluyó canciones tan sonadas como Mujer niña, mi niña mujer, que en este vídeo extendido incluye una pequeña parodia de la canción que da título al LP (en lo demás, es vídeo es verdaderamente para salir corriendo):



La contratación de Charly Becíes fue todo un acierto para el renombre del grupo. Grabarían juntos también el siguiente disco, Confesiones de amor, con temas excelentes como Juventud (al que dedicaremos una entrada) y Mi confesión; lástima que el vídeo original aparezca "montado" por otras imágenes:




Sin embargo, Charlie Becíes no duraría mucho en el grupo, y se iría con otros dos miembros para formar su propia agrupación, Los Ángeles de Charly, que serán objeto de la siguiente entrada del blog.
Mientras tanto, Los Ángeles Azules apenas notarían su marcha, sacando en el siguiente disco, Una lluvia de rosas, lo que puede considerarse uno de los más grandes bombazos (si no el que más) de su carrera: El listón de tu pelo:




lunes, 6 de mayo de 2013

Muchas de las cumbias son versiones

La pollera colorá, Casi perfecto o Capullo y sorullo, cumbias que hemos visto en entradas anteriores, son ejemplo de canciones compuestas para el género cumbiambero. Sin embargo, una cantidad apreciable de cumbias no fueron compuestas originalmente como tal, sino que acabaron siendo versiones, en algunos ocasiones muy exitosas, de letras concebidas primariamente para otros géneros.

Un caso emblemático es el de Que nadie sepa mi sufrir, también conocida como Amor de mis amores. Esta canción fue en su nacimiento un vals peruano compuesto, curiosamente, por los argentinos Ángel Cabral y Enrique Dauze, en 1936. Ésta sería una actuación aproximada al original:



Entre las versiones posteriores, están las bastante respetuosas de Raphael, Mª Dolores Pradera e incluso de Edith Piaf (La foule, en francés). Más alejadas ya están la rumbosa de los también argentinos Los bandoleiros y la de nuestro Julio Iglesias. No perderse los coros originales, muy propios de la época:


Y en lo que respecta a la cumbia, La Sonora Dinamita consiguió con ella uno de sus mayores éxitos, cantada todavía por Margarita Vargas. El vídeo, en el que la cantante no aparece, es toda una muestra del cambio de estética que ha sufrido el género, aspecto éste que será tratado con más detalle en otra entrada.


Otro caso famoso es el de Con la misma piedra. Rememorando aquello de que "El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra" (lo cual también sirvió como cabecera de un famoso programa televisivo sobre seguridad vial, allá por los años 70-80) en Televisión Española), la canción, compuesta por el autor mexicano Jorge Massías, fue cantada en primer lugar por... Julio Iglesias. La estética (e incluso la ética) del vídeo son, sencillamente, gloriosas:


La canción, que reforzó aquel dicho popular, añadía una pequeña y bastante afortunada (y pesimista) frase: Tropecé de nuevo con la misma piedra... y con el mismo pie. Alicia Villarreal, vocalista entonces del Grupo Límite, cantaría posteriormente, con notable fortuna, una cumbia con la misma letra:



Finalmente, otro cantante y compositor mexicano muy conocido, Marco Antonio Solís, ha visto versionadas muchas de sus canciones, entre ellas por el grupo mexicano Los Ángeles de Charly, una de las grandes bandas de los últimos años, y sobre los que habremos de volver a menudo. Su disco Mi enterno amor secreto está basado por entero en las composiciones de Solís.



Dentro del disco destaca especialmente Tu hombre perfecto, aunando en una misma canción salsa y cumbia con unos toques de reggae.