viernes, 26 de junio de 2015

La cumbia humorística argentina 2: los Puntos Cardenales

Detrás del aspecto entre rockero y "perroflauta" del cantante de los Wikipedia, se encuentra en realidad el Yayo (José Carlos) Guridi, economista cordobés y artista habitual del programa televisivo Sin codificar. Tal y como cuenta el blog de la página Panamerika.fr,

Los Wikipedia fue un proyecto espóradico, como muchos de los que ha construido Yayo a lo largo de su carrera, que exprimió todas sus aptitudes académicas en cuatro temas. De hecho estas son parte del programa de humor Sin Codificar,  un espacio de espíritu semianárquico, reservado para “la joda” que tanto le gusta a Yayo.


Años más tarde, el Yayo encontró un nuevo filón: la jerarquía de la Iglesia Católica. Vestidos como cardenales (y alguno de monja o de no se sabe muy bien qué), el grupo se hizo llamar ingeniosamente Los puntos cardinales. Bendecidos además por la elección de un argentino, Jorge Bergoglio, como nuevo Papa, crearon La cumbia papal, en la que de paso le tiraban algún que otro mandoble al vecino Brasil:


Brasilero, brasilero
qué amargado se te ve
Maradona y Pancho Uno
son más grandes que Pelé

Tampoco desdeñaron la propia realidad nacional. En primer lugar, abordando las peregrinaciones al Santuario de Luján (el equivalente argentino a Guadalupe, Lourdes o Fátima) con La cumbia del peregrino:




Y en segundo lugar, y quizá con la canción más polémica, parodiando a una de las comunidades más características de Argentina: los judíos y La cumbia Kosher.



"Kipá, kipá, kipása goy 
arriba las manos los circuncidados 
el que no se mueve tiene el caño recortado 
Esta es la cumbia kosher 
que cantamos con sentimiento ...
En septiembre es nuestro año nuevo
muchos años mal que nos pese
Son más de 5700
casi todos son de intereses
Vivimos llenos de culpa 
Que tanta culpa nos pierde 
pero se nos pasa al toque 
si pinta un billete verde
o un Euro o lingotito doradito, 24 kilatitos.

La canción, sin duda ingeniosa y musical, deja a quien esto escribe una pregunta: ¿Se traspasan los límites del humor?



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