jueves, 25 de agosto de 2016

Unas gotas de cumbia peruana

Perú es otro de los países que se ha dejado "contagiar" por la cumbia, creando unas variedades locales muy interesantes. En un artículo muy reciente publicado en el diario El país, de España, se dan unos trazos ilustrativos de la llegada de la cumbia al país andino:
El primer encuentro de la cumbia con los sonidos eléctricos ocurrió hacia mediados y finales de los años sesenta en el Perú, cuando el ritmo colombiano se amalgamó con las guitarras eléctricas del rock and roll, la nueva ola y el surf. Además de la música que llegaba de Reino Unido y Estados Unidos, grupos peruanos como los Saicos o los Belking’s producían sonidos psicodélicos que los cumbieros tomarían prestados. De esa unión nacen grupos de enorme repercusión como Juaneco y su Combo, Los Destellos, o especialmente Los Mirlos, primeros intérpretes de la mítica Bonita y mentirosa. A ese sonido se le llamaría cumbia psicodélica y, casi al mismo tiempo, cuando pasa por los Andes, chicha.

La chicha durante los años setenta y ochenta, con la aparición de bandas como Los Shapis, Chacalón y su nueva crema, o Guinda, se convertiría en un género tan popular como la salsa en los barrios de la periferia. Durante esos años, Lima sufría una gran transformación debido a las migraciones del campo a la ciudad, y la chicha fue el género musical preferido de los inmigrantes. Los chicheros mezclaban el huayno de los Andes y la cumbia tropical con los agudos sonidos de las guitarras eléctricas y teclados, creando atmósferas melancólicas, pero al mismo tiempo festivas; letras y canciones que identificaban a un colectivo que pasaba de una vieja vida rural a una nueva vida urbana.
Soy muchacho provinciano
me levanto muy temprano
para ir con mis hermanos
ay ay ay a trabajar.
No tengo padre ni madre
ni perro que a mi ladre
solo tengo la esperanza
ay ay ay de progresar.
Busco un nuevo camino
en esta ciudad ah ah
donde todo es dinero
y hay maldad ah ah.
Con la ayuda de Dios
sé que triunfaré eh eh
y junto a ti mi amor
feliz seré oh oh.
En los años noventa, la chicha fue mutando hacia la tecno-cumbia, e incluso Alberto Fujimori intentó apropiarse del sonido con su Baile del chino, ocasionando que los adolescentes y jóvenes limeños terminaran hastiados. ("Latinoamérica cocina su futuro", 22 de agosto de 2016)

Precisamente a mediados de los 90 comienza su andadura uno de los grupos peruanos más famosos en la actualidad, Corazón serrano. A pesar de algunos abandonos e incluso de la muerte trágica de la vocalista Edita Guerrero, la agrupación es una muestra clara de la cumbia peruana más popular. Aquí están su éxito Ven a mí y también El amor que perdimos, versión de la bachata original de Prince Royce, artista estadounidense de origen dominicano.



Casi de forma paralela, surgió el Grupo Néctar, nacido originalmente en Argentina pero de componentes peruanos. En su historia no faltaron ni los comienzos difíciles ni la tragedia, ya que el grupo se mató al completo en 2007 en un accidente de tráfico cerca de Buenos Aires, siendo entonces algunos hijos de los fallecidos quienes tomaron el mando del grupo. Aquí los tenemos en la versión reciente de la irónica No te creas tan importante.

  
No te creas tan importante,
ya no te pienso todo el día como antes,
se me cerraron las heridas con alcohol,
y ni borracho volvería a buscarte,
porque ya no siento amor
No te creas tan importante,
ya soy feliz no tengo tiempo para odiarte,
ya no te extraño pues sin ti estoy mejor,
no andes diciendo que me muero por mirarte
que eso ya se terminó,
No te creas tan importante,
ay, te encargo por favor…
.